El Cádiz ha ganado sus tres últimos partidos. De forma solvente aunque sin brillantez, ni buen juego, pero en esta categoría, y a estas alturas de la temporada, es tanta la igualdad que lo importante es sumar y si es de tres en tres, muchísimo mejor.

Álvaro Cervera, que ha reconocido por activa y pasiva, cuál es su techo, ha asegurado que con los fichajes en el mercado de invierno “se ha dotado al equipo de cosas mejores”, o sea que poco o nada tienen que ver con los que realizaban, en esta etapa, el dúo Cordero/Pina.

En eso, Óscar Arias, de momento, los ha superado y a las pruebas nos remitimos. De los seis que llegaron nuevos, tres ya han debutado y todos han sido convocados, síntoma de que es lo que quería el mister que, por cierto, ya tiene que saber que tiene equipo/plantilla para aspirar a lo máximo.

Si Cervera deja a un lado sus manías o caprichos puntuales (llámense Brian Oliván, Garrido, Aléx Fernández) y aparca sus aventuras en las alineaciones habrá un equipo titular fijo que, superando lesiones o sanciones, compita en busca del ascenso.

Tras el Albacete, el Cádiz  jugará 8 partidos seguidos con rivales muy asequibles de la mitad de la tabla hacia abajo, pero cierto es que en esta Liga no hay equipo pequeño. Un ejemplo claro y reciente es el colista Nástic, aparte del desastroso arbitraje de Moreno Aragón.

Pensar en otro objetivo es ilógico cuando quedan 6 puntos para los 50 de las permanencia y restan por jugar 14 partidos, 42 puntos. Por todo ello, salir a por todas en este partido ante el segundo clasificado, Albacete, también es lo más lógico, así que tiempo al tiempo, Álvaro Cervera.

Carlos Medina

Director

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