El Cádiz perdió el liderato, con el triunfo del Almería en su visita a Extremadura, un triunfo ‘in extremis’ porque Mújica, en el descuento, falló lo infallable, cuando no marcó, al mandar el balón a las alturas a un metro de la línea de gol. Pero el Cádiz ya estaba ‘avisando’, en las últimas semanas, que era cuestión de tiempo perder el puesto de privilegio porque el equipo ya no tenía la solidez, frescura, velocidad y ocasiones de gol que le llevaron, durante 16 jornadas, a liderar la clasificación.

Todo indica que se puede volver a la nefasta dinámica de las dos temporadas anteriores cuando el equipo bajaba mucho su nivel al llegar a los 50 puntos (los teóricamente necesarios para la permanencia), pero es que esta vez se suman 45 y ya hay lío.

Visto lo visto, ahora le llega el turno a la afición, es la hora de que los cadistas apoyen al máximo y los ‘cerveristas’, que tanto insisten en la renovación del técnico, se dejen de historias, que lo que sea, será y que ahora lo importante es el equipo, que necesita la unión y un apoyo total.

Hay dos partidos seguidos en casa, Racing y Zaragoza, que parecen vitales para la reacción del equipo. Confiemos.

La Copa es una ruina que, además, se ha ‘cobrado’ su precio: la lesión de Fali

La Copa del Rey hay que jugarla, por imagen y por competir, pero dejemos claro que no sirve para nada, salvo para que el técnico de turno utilice a jugadores no habituales y probar algunas cosas. Para nada más y este año se ha comprobado otra vez, como ya publicamos antes de la eliminatoria con el Lealtad (revista 371).

El Cádiz jugó en Asturias y en Logroño, donde fue eliminado en la tanda de penaltis tras encajar el empate en el último minuto, y se trajo a Fali lesionado para un mes. O sea ruina, mucho gasto y perder un jugador de la valía de Fali, tal y como está el equipo. No compensa, pero…

 

 

Carlos Medina

Director

@CarlosMedinaLap

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