La historia del Cádiz CF volvió a vivir un día muy negro con la detención, el pasado 31 de enero, del consejero delegado Quique Pina, que ingresó en prisión dos días después acusado de posible delito contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, con la venta de jugadores, e insolvencia punible. Su detención provocó un seismo entre la afición y la rumorología sobrepasó todos los límites. Mientras, a nivel nacional, la noticia acaparaba titulares. El Cádiz CF, otra vez, en primera plana y por temas negativos.

El tema pilló a Vizcaíno en El Salvador, donde fue a entrevistarse con Mágico González y a realizar otras gestiones, pero respondió de forma inmediata. La Policía registraba las oficinas del ‘Carranza’ y ‘El Rosal’, interrogando a Juan Carlos Cordero y David Navarro, responsables, también, de la parcela deportiva.

Los agentes de la UDEF (Unidad de Delicuencia Económica y Fiscal de la Policía) incautaron los contratos de las dos últimas temporadas y requisaron la información de los ordenadores de Cordero y Navarro, dejando muy claro que nada iba contra el club.

Durante todo el proceso -dos o tres días de locos a todos los niveles (plantilla y técnicos quedaron apartados del movimiento policial que había alrededor)-, el presidente Vizcaíno recalcaba insistentemente que la independencia de la gestión del Cádiz CF SAD y de su Consejo, presidido por él, habían evitado que el club se viera inmerso en este caso.

El Consejo revocó las facultades de Quique Pina, como consejero delegado de forma indefinida, mientras testigos e imputados, citados por el juez gaditano José de la Mata, declaraban en la Audiencia Nacional.

Este sábado, en lo deportivo, que es muy importante, Cádiz y Oviedo se juegan un segundo puesto de la clasificación que vale el ascenso directo. Partido cumbre en el que una victoria haría olvidar a muchos aficionados este triste escándalo. ¡Vamos Cádiz!

Carlos Medina

Director