El Cádiz no sólo perdió en Alcorcón su racha de once partidos sin ser derrotado, sino que -como bien reconoció el siempre sincero Álvaro Cervera- perdió su sello de identidad. El equipo (foto), que jugó en la localidad madrileña, no apareció y le faltaron sus principales cualidades: intensidad, espíritu de lucha y control del juego. Por eso perdió con justicia.

No pasa nada. Aunque los rivales se acercan y se contemplan como más decisivos los tres puntos que se juegan ante un Lugo, que quiere superar a los cadistas en la tabla. El Cádiz no juega bien desde hace varios encuentros -aunque los haya ganado- y parece que no ha superado todavía la baja de José Mari. Llegó Eugeni, pero no se sabe si viene como el sustituto del roteño. Hay que darle tiempo aunque en esta categoría el tiempo siempre pasa factura…

En Segunda se falla en tres partidos consecutivos y se acusa en la clasificación y las aspiraciones, así que lo mejor es volver a la dinámica ganadora y a las buenas sensaciones, lo antes posible. El Cádiz tiene que imponer su estilo de juego y el Lugo es un rival  tan propicio como difícil para valorar la reacción.

Alvarito sigue siendo la gran esperanza de la afición y, por cierto, la decisión de marcharse es exclusivamente suya. En esta ocasión, diga lo que diga, Pina no tiene ningún poder de decisión. Que nadie llegue a LaLiga con los 8 millones de la cláusula es bueno, y también que los amarillos le ganen al Lugo… ¡A por ellos!

Carlos Medina

Director