Juan García, histórico miembro de ‘Brigadas Amarillas’, colaborador de Línea 6 Eme, nos manda un artículo sobre el ‘megaproyecto’ denominado, en inglés (¿Por qué no en castellano?), ‘Sportech City’…

 

“Tengo la tendencia de huir de presuntos salvapatrias porque muchas veces son simples demagogos embaucadores”

Habituado a bailar con su desgracia como cada mañana el gaditanus communis, sempiterno pretendiente laboral, ve nacer el nuevo día con la desesperanza de tener que partir desde ese nuevo puente-patera que ha anidado en medio de la Bahía, y a medida que lo va cruzando cual Rubicón, no podrá evitar mirar por donde se levanta el sol y contemplar impenitente esos sombríos terrenos baldíos donde se ubicó la extinta Delphi, y forzando una triste sonrisa como eslogan, suspirará deseando que esa parcela pueda algún día volver a desplegar el uso industrial para el que fue destinado, si bien sólo conseguirá que se empañen las gafas a través de las que vemos la realidad.

Tanto tiempo ha pasado ya desde la última vez que, aunque quiméricamente nunca dejamos de creer, ya siempre parecemos estar en nuestro peor momento. Normalización que con voz pausada nos manda al punto de salida, retorno constante, de lo más burdo a lo más trágico. Ya nos avisa Nietzsche que de tanto asomarnos al abismo cualquier día éste se reflejará dentro de nosotros.

Como no hay historia sin contexto, no está de más sacar a colación que la primigenia General Motors sobrevino, por así decirlo, como presunta compensación por la servidumbre a la instalación en una punta de la Bahía de la otanística Base Naval norteamericana (pleonasmo). Incluyendo incidentes como el del 1997 cuando el buque de aprovisionamiento de la Navy J.P. Bobo, que procedía del Golfo Pérsico, tras arrimar armamento y carros de combate en la Operación Tormenta del Desierto, rompió las cadenas de fondeo a causa de un temporal hundiéndose en aguas territoriales (ergo demaniales), vertiendo miles de litros de combustible.

Nunca supimos nada más del comandante del trasporte de guerra, expatriado en caliente con mayor rapidez que un subsahariano en la espinosa valla de Melilla. No obstante, la cuestión nuclear hubiese sido descubrir el conocimiento de embarque marítimo en su totalidad, pero siempre fue denegada dicha información.

Posteriormente vendría el cambio nominativo de la factoría, como augurio agorero que vaticinaba el final que nos esperaba. Nadie quiso ver el efecto Iguazú que se avecinaba. Alguien de nacionalidad mexicana hizo muy bien su cometido, experto muñidor consiguió su silente y reservado propósito.

Y allá que fuimos todos convocados mediante llamadas de somatén, milicias de vecinos que, tras enfundarnos nuestra cara de rabia, acudimos obedientes a la segunda manifestación más multitudinaria e incontestable de la democracia en nuestra ciudad (lavadoras voladoras aparte).

“No os vamos a dejar solos”

Estaba en juego buena parte del empleo del área metropolitana, aunque se desvirtuó con generosos planes de pensiones y jubilaciones para los más agraciados, algo es algo. Pero el resto completó un penoso encierro que lamentablemente degeneró en barraca de feria cada vez menos concurrida, solos en la oscuridad. Recuerdan: “no os vamos a dejar solos”.

Disciplinados cubrimos todas las etapas del manual reivindicativo y de protestas callejeras, pero ya conocen todos ustedes el resultado. Tronarían las trompetas del fin del mundo, pero no se dieron por enterados. Otra vez moradores en el conformismo.

El megaproyecto

Y en esto que saturados ya de palabras redondas, aparece el tándem formado por los señores Manuel Vizcaíno y Rafael Contreras, dos gestores futbolísticos y empresariales de profuso pasado nada exitoso (a saber: Own&Spa Desarrollos S.L. el primero; exCEO de Carbures, Airtificial (tras la fusión con Inypsa), consejero de Bionaturis, refundador de Torrot integrada en Muving, y Humanox, el segundo) que han articulado un relato dado a la hipérbole desmedida, y haciendo uso de todas las terminales mediáticas que han podido utilizar.

Con estruendo de fanfarrias y solemne impostura, nos muestran la figuración de un megaproyecto autoproclamado como ventana de oportunidad y tabla de salvación irrechazable, dispuestos a crearnos riqueza y los tan necesitados puestos laborales (no precarios, -suspiro-) para esa humanidad gaditana adicta a los milagros.

Únicamente les hace falta que, mediante actuaciones unilaterales, les dejemos optimizar los rendimientos lucrativos susceptibles de obtener de este bien público. Todo ello con una redundante patina científica, universitaria, tecnológica y sostenible.

Sin embargo, las omisiones y las estruendosas ausencias, cargadas de significado, no hacen sino traernos fantasmales recuerdos que confirman todas las dudas que albergamos. Por mucho boato y decorado fastuoso que se pretenda figurar, no pasa de cascarón vacío.

He de reconocer que ahora su suerte está ligada a la del Cádiz CF SAD, por eso alejándome de posibles fobias personales o interprovinciales, y dejando claro que no ostento los conocimientos reglados para señalarlo con mayor rotundidad, sucintamente y por poner negro sobre blanco una de las fallas viciadas de los proponentes.

La alcaldesa

Ni la actual alcaldesa del municipio que contiene el terruño en cuestión, Dª. Aurora Salvador, que anhelando la carga de trabajo que trae el paisaje de las grúas pórticos, aseveraba que no tiene datos suficientes, ni informe, ni entrada por registro en el Ayuntamiento de la Villa puertorrealeña, por lo que genera inseguridad y no piensa subastarse al mejor postor.

La falta de rigor de una imagen renderizada en 3D en un portátil no inicia ningún acto administrativo ni crea criterio propio de saber. Todo queda muy en el aire, cual castillo de naipes.

Teófila martínez

Ni la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, la inconfundible Dª Teófila Martínez.

Conocido es que como se enroque con un asunto no le dobla la mano ni el mismísimo don Pelayo, y haciendo gala de brava montañesa y desoyendo a otros relevantes dirigentes populares, reitera que tiene los terrenos en proceso de expropiación de manera forzosa porque hay unos intereses por los que la APBC necesita incrementar su superficie disponible, al ser un espacio portuario estratégico de primer orden, dada la certeza de la conexión ferroviaria y la propia localización, obligándose -además- a que estará libre de la polución asociada a la descarga de graneles.

Fran González

Ni D. Francisco González Pérez, delegado Especial del Estado para el Consorcio de la Zona Franca de Cádiz, tuvo a bien aportar su imagen ni afecto gubernativo en el mencionado acto de presentación.

Los tres principales actores institucionales que intervienen directamente en la consecución del proyecto empresarial no se prestan a ningún tipo de respaldo, aval o beneplácito. Cada uno sacará sus propias conclusiones, pero tengo para mí que eso es construir la casa por el tejado, y posteriormente ya se forzará a contribuir con los cimientos.

Sentido crítico

Citando al dramaturgo alemán Bertolt Brecht, creador del teatro épico, no sé si será desdichado el pueblo que no tiene héroes, o por el contrario es más desafortunado aquel pueblo que necesita un héroe. Tal vez el verdadero propósito sería no permitir que llegásemos a la desgracia de necesitar héroes. Y es que tengo la tendencia a huir de presuntos salvapatrias porque muchas veces resultan ser simples demagogos embaucadores. El sentido crítico nos permitirá llegar a nuestras propias soluciones.

A todo esto, el negociado se llama ‘Sportech City’. Industria de la Salud y del Deporte (sic).

Juan García & Cía