El Ayuntamiento de Cádiz o, mejor dicho, su pleno municipal tiene un problema desde que se ha convertido en un patio de vecinos, en un ridículo sucedáneo de lo que debe ser un debate entre grupos municipales. Un intercambio de argumentos entre concejales elegidos con los votos de los gaditanos para, precisamente, plantear y resolver los problemas de la ciudad; no los personales, por revanchismo o vaya usted a saber por qué, ni los de sus partidos. No se pueden tolerar las vergonzosas imágenes ofrecidas en algunos plenos, que son retransmitidos en directo por la televisión municipal (Onda Cádiz TV), y que ponen de manifiesto la poca mesura de sus protagonistas.
El último vídeo de la bronca entre el alcalde, Teófila Martínez e Ignacio Romaní ha sido la gota que ha colmado el vaso de la tolerancia. La ex alcaldesa perdió los papeles de tal forma que su credibilidad ha quedado en entredicho después de 24 años al frente de la ciudad. No se puede perder tanto en tan poco tiempo. Bueno sería que reconociera que así no se hace política, al mostrar un nivel que no le corresponde.
No se puede malgastar la confianza otorgada por los gaditanos a base de insultos y enfrentamientos mirando al pasado, y dejando en un segundo lugar los problemas de una ciudad que sigue teniendo muchos con el actual gobierno municipal, sean o no heredados. Aquí lo que se necesita son soluciones.
Hay mucha crispación y resentimiento, pero ya -por fin- se ha escuchado en el salón de plenos que hay que bajar el listón de tanta acritud, insultos y ‘guerras intestinales’. Todos tienen la responsabilidad de solucionar los problemas de la ciudad, así que déjense de monsergas y excusas, porque…
José María González es alcalde gracias al PP, que no ganó las elecciones por mayoría absoluta, algo lógico después de una muy débil campaña electoral en la que sobró un exceso de confianza y que coordinaron los dos Jorge ‘desaparecidos’ de la esfera política (Moreno y Ramos).
González Santos es también el alcalde gracias al PSOE, que le dio los votos necesarios para tener el sillón de San Juan de Dios.
El presidente del PP provincial, Antonio Sanz, afirma que a Teófila “no se le puede reprobar nada porque es un orgullo para esta ciudad”. Se equivoca, sí que se puede y se debe; lo que Teófila no puede es dar la imagen que dio y su esperanza puede estar en que el video no lo haya visto mucha gente.
Y si el PP quiere ganar las próximas elecciones municipales en las urnas y no en los despachos -como ellos dicen que el actual alcalde logró su bastón de mando- tiene mucho trabajo por delante porque, de momento, el Partido Popular le está poniendo al propio José María González la reelección en bandeja de plata…
Así que tiempo al tiempo, queridos.