El Cádiz CF parece dispuesto a hacer ruido a nivel nacional, agarrándose a un clavo ardiendo y creando una tensión mediática, por si al final el equipo desciende; aparte de que trate de que prevalezca la justicia deportiva, algo harto difícil en el actual fútbol español.

El club realizo un comunicado en el que solicitaba al TAD (Tribunal Administrativos del Deporte) la suspensión cautelar de la Liga hasta que no se resolviese el expediente del partido Cádiz-Elche (1-1), en el que, cuando transcurría el minuto 81, el equipo ilicitano marcó un gol, en jugada precedida por un claro fuera de juego. Un error admitido por el equipo arbitral del encuentro y también por el Comité Nacional. El Cádiz ya había solicitado que se repitiesen los últimos 9 minutos del encuentro.

El Comité de Apelación desistió de tal petición, el presidente de la RFEF, Luis Rubiales ‘cargó’ contra el presidente cadista, sin nombrarlo, y luego el TAD no admitió el recurso del Cádiz CF, notificándole que contra su resolución podía interponer un recurso contencioso-administrativo.

En otro comunicado del club, firmado por Manuel Vizcaíno, el presidente informaba de que se estaba analizando el cauce jurídico y procesal más conveniente para denunciar el caso ante la Jurisdicción Ordinaria, ya que el club está convencido de que le asiste la razón.

El Cádiz CF hace bien en agotar sus recursos, pero el tema puede tener un recorrido muy corto. Lo contrario sería una gran sorpresa. Tiempo al tiempo.