Todos reconocen el error en el gol del Elche, pero el Cádiz perdió dos puntos
La prensa nacional lo calificó como el mayor escándalo del VAR
En el minuto 81 del Cádiz-Elche, con 1-0 a favor de los cadistas, un avance ilicitano por la banda de preferencia terminó en gol, con un magnífico cabezazo de Ponce, 1-1. Prácticamente nadie se apercibió de la irregularidad del tanto en el campo. Terminado el encuentro, en vestuarios comenzaron las conjeturas y dudas. Sergio González fue al árbitro y Del Cerro le pidió disculpas por el error cometido. Ya se sabía que había un fuera de juego, por metros, del mismo Ponce. Una jugada parecida cuando, ante el Almería, se anuló un gol a Ocampos por una falta previa de Fali, en el inicio de la jugada. Y se lio.
El Comité Nacional de Árbitros reconoció el grave error y también pidió disculpas. En el VAR, donde estaba Medina Cantalejo ni se había enterado. El presidente Vizcaíno volvió a estallar y pidió incluso la repetición del partido desde el minuto 81. Ni caso, no le dieron ni la cautelar y apelará a la justicia ordinaria, si el Cádiz desciende. Se perdieron dos puntos de oro y lo ocurrido trascendió a nivel nacional. “El mayor escándalo del VAR se produce en Cádiz”, titulaba ‘Marca’. Alfredo Relaño, director de ‘As’, titulaba su artículo con “El VAR siempre se equivoca con el Cádiz”. Los medios eran unánimes… ¿Y qué?
Comenzaron a darse detalles, que si la linier, Guadalupe Porras, no había levantado la bandera y lloraba en vestuarios, reconociendo su culpabilidad. No me creo que la linier llorase. ¿Quién la vio? Todos los culpables admitían el error pero los dos puntos -que pueden ser claves al final de temporada se fueron del ‘viejo Carranza’. Tampoco me creo que el VAR (una máquina) se equivocase y que Rubiales, presidente de la Federación, tenga que arreglar el VAR como le pide Vizcaíno.
Lo que hay que arreglar son los árbitros que cobran mucho dinero y algunos son muy malos. Necesitan más formación y si no sirven, a la calle. No se puede jugar con un equipo de profesionales y con una afición así como así. El CNA, con su presidente Medina Cantalejo, debió pedir perdón en rueda de prensa y con la presencia de los protagonistas de este escándalo. La guinda la puso la hipocresía del presidente de los árbitros, culpando a LaLiga de Tebas y echándole un ‘cable’ a su amigo Rubiales. La Federación se lleva la Supercopa a Arabia, y la última asamblea de LaLiga fue en Dubai, donde se gastaron buenos dineros en vez de invertirlo en mejorar el VAR para evitar este tipo de errores (Ver pág. 33).
Y el último en intervenir fue el que estaba en el VAR, Iglesias Villanueva, que afirmó: “El más perjudicado de todo esto soy yo”, quedándose tan tranquilo. En la jornada siguiente, Hernández Hernández también se equivocó en el Sevilla-Cádiz y no expulsó a Lamela por un codazo a Alcaraz.
En fin, este es el fútbol español de los clubes grandes y pequeños, pero nada impide reconocer la realidad, y ésa es que el Cádiz se hundió ante el colista y pudo hasta perder. No desviemos la atención porque, aparte de las carencias del equipo, faltan fichajes y que el entrenador, Sergio González, diga de una vez, alto y claro, lo que necesita. En mayo ya no servirá.
Carlos Medina