La ‘Operación Líbero’, que intruye el juez José De la Mata todavía no ha concluido, se sigue analizando casa documento, cada declaración, cada detalle y hay mucho que ver y volver a escuchar. Pero en el Cádiz las consecuencias fueron prácticamente inmediatas.
A la retirada de los cargos y potestades tanto de Quique Pina, como consejero delegado, y de Juan Carlos Cordero, con segundo responsable de la parcela deportiva, en el aspecto económico el Cádiz se ha ahorrado, de momento, varios miles de euros.
Pina tiene bloqueadas sus cuentas, embargados sus bienes y el Cádiz cortó con ‘Calambur’, y ya no le ingresa ni los 12.000 euros mensuales, ni los 3.000 al mes para pagar el chalé de Marbella. Por otra parte, su chófer y guardaespaldas, Mario Moya -un gran tipo, por cierto-, Jorge Cordero (desde que se fue al Elche) y Enrique Labrador, despedido hace un par de meses por el Consejo, que preside Vizcaíno, ya no cobran por el Cádiz, no están en nómina.
Sí sigue Buitrago, que es ojeador, en el equipo técnico que dirige Cordero. Ya contaremos, un día de estos, una historia de David Buitrago, que fuese accionista del Cádiz por ‘Locos por el Balón’. Tiempo al tiempo…