En los últimos meses no hay tranquilidad institucional y de eso se encarga el consejero delegado que, siempre que tiene ocasión, lanza unas declaraciones impropias a la situación deportiva que vive el equipo y al disfrute de una afición que sigue asistiendo, tan perpleja como a veces indiferente, a las salidas de tono de un Quique Pina que lanza dardos envenenados a la figura y gestión del presidente Vizcaíno.

Gestión que puede ser tan criticable (aunque ahí está la buena situación económica del club), como puede ser ‘vender’ la cantera (Fran Rivera por sólo 100.000 euros al Madrid) o dejar que se escape  (cuando en una emisora había dicho lo contrario) el joven isleño (Chris), al Valladolid, o que no se quiera dar explicaciones de qué pasa con Barral.

Pina se equivoca en su estrategia. Si no quiere informar de nada ni quiere ver a Vizcaíno de presidente, que le pague lo firmado en el contrato, pero parece que en este Cádiz nadie quiere cumplir los contratos… Si el murciano le paga al sevillano, éste se irá y entonces que Pina -o algunos de sus adláteres- coja la presidencia. Lo contrario no es serio y querer tener el Cádiz gratis, todavía menos.