Al término del Cádiz-Valencia (1-4), Vizcaíno, tras los gritos de la afición pidiendo la marcha del técnico y su dimisión, bajó al vestuario y abrazó a Sergio González. Su futuro pasaba por Vitoria y, tras perder, la sensación era que había agotado su última baza, por lo que se despidió de los jugadores y pidió perdón.

“LA MOCHILA DE LAS DERROTAS”

El lunes 22, en rueda de prensa, Sergio González, bastante emocionado, se despedía.  Ante el presidente y parte de la plantilla, dejó una frase para el recuerdo: “La mochila de las 17 derrotas me la llevo yo. Vosotros os quedáis a un punto de la salvación y sois más buenos de lo que pensáis”. Pues a demostrarlo… Suerte.